Las nuevas terapias también son ‘cosa de niños’

“Los fármacos biológicos han revolucionado el mundo de la Medicina en general, y de la Dermatología en particular”, afirma la Dra. Ángela Hernández Martín, que ha participado en un simposio sobre novedades en Dermatología Pediátrica.

Las nuevas terapias también son cosa de niños, según rezaba el título de un simposio celebrado ayer, coordinado por los Dres. Ángela Hernández Martín, del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid, y Raúl De Lucas Laguna, del Hospital Universitario la Paz de Madrid.

“Los fármacos biológicos han revolucionado el mundo de la Medicina en general, y de la Dermatología en particular”, afirma la Dra. Hernández, que también es coordinadora del Grupo Español de Dermatología Pediátrica. “Ahora podemos tratar con estos fármacos a los pacientes pediátricos que sufren enfermedades crónicas con gran impacto en la calidad de vida”, afirma.

Procesos genéticos que se han considerado clásicamente ‘sin tratamiento’, ahora tienen un abordaje farmacológico o incluso de terapia génica

De lo que no cabe duda, como se puso de manifiesto en el simposio, es que “el paciente pediátrico es especial”, según la Dra. Hernández, quien recuerda que “los que nos dedicamos a la Dermatología Pediátrica ayudamos a los niños con enfermedades dermatológicas, pero también acompañamos a las familias en la toma de decisiones y en un camino largo donde abundan las tristezas, pero también el optimismo y la esperanza. La investigación básica y los ensayos clínicos no les olvidan; son, de hecho, nuestro futuro”, indica.

Patologías exclusivamente pediátricas

Algunas de las patologías abordadas en el simposio son netamente pediátricas, como la dermatitis atópica, que debuta en niños en más del 90% de los casos. Otras enfermedades, por el contrario, pueden aparecer en la infancia o en la edad adulta, pero impactan especialmente en los niños. En este segundo grupo están la psoriasis, el vitíligo, la alopecia areata, o conectivopatías como la morfea.

“Probablemente, lo más impactante es la posibilidad de tratar problemas genéticos con terapias de precisión. Así, procesos genéticos como las anomalías vasculares, las epidermólisis ampollosas, las ictiosis o síndromes genéticos con participación de la piel, que se han considerado clásicamente ‘sin tratamiento’, ahora tienen un abordaje farmacológico o incluso de terapia génica”, destaca la Dra. Hernández Martín.

En el paciente pediátrico prima la seguridad sobre la eficacia, por eso los ensayos clínicos tardan más y es más difícil el reclutamiento

Novedades “cada semana”

Cada una de las patologías revisadas en esta sesión del Congreso dedicada específicamente a Dermatología Pediátrica está sujeta actualmente a novedades continuas, “que no es que se registren ya de un año para otro, sino que prácticamente aparecen y se difunden cada semana. La investigación básica progresa enormemente gracias a la colaboración con los clínicos, y eso conlleva un extraordinario beneficio para los pacientes”.

Un aspecto sobre el que se incidió especialmente en este simposio, y que fue objetivo de una charla titulada ‘Síndromes, dichosos síndromes’, es la complejidad de las enfermedades y sus manifestaciones cutáneas en pacientes pediátricos, así como las terapias más novedosas en la esfera sistémica y dermatológica.

“El paciente pediátrico es un paciente complejo cuyo organismo está en desarrollo y, por tanto, es especialmente sensible a los tratamientos médicos. A la vez, en edades precoces de la vida podemos evitar comorbilidades y prevenir complicaciones, por lo que tenemos que ser prudentes y a la vez conscientes de que una intervención precoz es esencial para la vida futura”, explica la Dra. Ángela Hernández. En este sentido, atendiendo a su experiencia, es “esencial” hablar con padres, madres y/o cuidadores para tomar decisiones corresponsables y establecer expectativas realistas sobre riesgos, beneficios y evolución a medio y largo plazo.

Investigación

Respecto a la investigación en tratamientos infantiles, la especialista del Hospital Niño Jesús apunta que “en el paciente pediátrico prima la seguridad sobre la eficacia, por eso los ensayos clínicos son algo más tardíos y difíciles de reclutar. Según añade, “no hay que olvidar que tenemos la obligación legal y moral de proteger su salud pero, al mismo tiempo, tenemos la obligación legal y moral de procurarles la mejor calidad de vida posible”.

Por supuesto, como concluye la Dra. Hernández Martín, “la seguridad y la eficacia van estrechamente aparejadas, así que las decisiones responsables son fundamentales en todos los pacientes, pero más si cabe en los pacientes pediátricos”.

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